jueves, 18 de febrero de 2016

LOS “MONUMENTS MEN” DE LA UNESCO



Últimamente corriente es el día en el que nos levantamos con la noticia de la destrucción y pérdida de importante patrimonio internacional, corriendo el peligro de convertirse en cotidianeidad. Sin embargo, la destrucción de cualquier bien patrimonial supone un ataque directo a la cultura y, por ende, a importantes valores identitarios que suponen las bases de la civilización. Por esto mismo, la UNESCO ha decidido tomar cartas en el asunto ante la indignación mundial por la destrucción sistemática de auténticas joyas del patrimonio mundial.

El pasado 17 de octubre fue aprobada la operación Unite4Heritage, una iniciativa italiana de crear los “Cascos Azules de la Cultura”, un cuerpo encargado de proteger el patrimonio artístico mundial en situaciones extremas. El mismo fue presentado el pasado martes en las Termas de Diocleciano de Roma por los ministros italianos de Exterior, Defensa, Bienes Culturales y Educación, y por la Secretaria General de la Unesco, Irina Bokova. En principio, este grupo de acción estará integrado por 60 miembros en total, 30 carabineros especializados en patrimonio y otros tantos expertos entre los que se encuentran historiadores, historiadores del arte, restauradores, arqueólogos y estudiosos. En adelante, el número de expertos irá en aumento, implicándose directamente en el proyecto profesores de universidad y creando un centro de formación en Turín. 

Carabinero en el acto de presentación de la Operación Unite4Heritage con el escudo de la misma. Foto: ABC
Entre las responsabilidades  de esta fuerza especial se encontrarán su despliegue de campo siempre y cuando un estado miembro de la ONU en conflicto lo solicite ante el peligro de pérdida o deterioro de bienes patrimoniales. Esto implica que los "cascos azules de la cultura" no intervendrán directamente, por ejemplo, en Palmira, un escenario de guerra. El grupo sólo intervendrá en situaciones de conflictividad social o de desastres naturales. No obstante, también se encargarán de hacer frente al terrorismo, cortando sus vías de financiación mediante el tráfico ilegal de bienes histórico-artísticos (Estados Unidos calculó en 100 millones de dólares el ingreso anual por este concepto sólo por el ISIS).

Con esta noticia no podemos evitar recordar el Programa de Monumentos, Arte y Archivos, establecido por la Comisión americana para la Protección y Salvamento de los Monumentos Artísticos e Históricos en Áreas de Guerra el 23 de junio de 1943, el cual tenía la misión de localizar, proteger y catalogar los bienes robados por los Nazis o desaparecidos durante la Segunda Guerra Mundial. Un grupo en total de 400 miembros con expertos de alto nivel, también conocidos como los “Monuments Men” (nombre quizá más familiar por la reciente película).
En su momento esta iniciativa logró preservar importantes obras artísticas y asegurar un legado cultural en peligro extremo. 70 años después la UNESCO busca los mismos objetivos.

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