miércoles, 16 de diciembre de 2015

MARAVILLAS DESCONOCIDAS. LA CIUDAD DE VASCOS

Un barrio perfectamente definido con la alcazaba de fondo. Foto extraida de www.turismocastillalamancha.es
La entrada de hoy la quiero dedicar a un lugar especial que conocí por casualidad. Ni más ni menos que el que elegí como fondo para el blog. Durante los trabajos arqueológicos salen a conversación temas de todo tipo, y fue durante la pasada campaña bilbilitana, cuando entre faena y faena un avezado compañero me habló de un sitio de esos que te dejan con la boca abierta. Se trataba de una ciudad musulmana extraordinariamente bien conservada según él que se encontraba en medio de una finca privada en la provincia de Toledo. En ese momento pensé que tal vez fuera factible realizar una visita al lugar en cuestión si no se encontraba muy lejos del pueblo de mis abuelos en la parte colindante de Extremadura con la provincia de Toledo, así que le pregunté por la localización exacta. Al lado de Puente del Arzobispo, me contestó, a lo que me quedé estupefacto. Mi pueblo (Valdelacasa de Tajo) se encuentra a veinte kilómetros de un yacimiento excepcional y yo no tenía ni idea. Así que me quedé con el nombre para investigar. Pregunté a la familia y nada. Ni idea de que allí hubiera nada extraordinario. Pero en Internet efectivamente encontré la información y el horario de visitas, y allá que fui.

Increíble. La experiencia es increíble. El yacimiento es visitable un día a la semana y efectivamente se encuentra en una propiedad privada. Se puede llegar en coche hasta la propia muralla de la ciudad para continuar a pie por un camino rodeado de vegetación, para tras un recodo experimentar la emocionante aparición de repente de la alcazaba a escasos metros. El camino sigue hacia ella, pero de improviso te das cuenta de que ya no es un camino, sino una calle rodeada de los restos de estructuras perfectamente definidas. Para un aficionado a la arqueología la impresión es tal como la de un niño en Disneylandia. Era cierto, Vascos es una auténtica joya. Toda una ciudad musulmana de 8 hectáreas habitada entre los siglos IX y X. Y en todo el yacimiento había solo un puñado de curiosos, aunque para ser justos hay que decir que hacía un calor del demonio. Una verdadera gozada pasear entre esas maravillas sin las aglomeraciones de otros sitios. Me permití fijarme en la única visita organizada al recinto, el típico grupo de jubilados llevados hasta allí por una empresa del próximo Puente del Arzobispo destinada esencialmente al negocio de los deportes de aventura. Y esto quedaba claro (aparte de por la promoción de dicha empresa en los laterales de la furgoneta del grupo) por las trazas y maneras del bien intencionado guía que no sabía ni por donde le venían los tiros.

La muralla de la alcazaba de cerca. Foto extraida de elpuentedeltiempo.com

No voy a negar que se disfruta la visita en solitario, pero sumándole el hecho de que en el pueblo de al lado no tienen ni pajolera idea de que existe la ciudad de Vascos se deduce un grave problema de difusión. No obstante, existe un centro de interpretación en el pueblo de Navalmoralejo, de cuya existencia sabemos únicamente por la página del yacimiento (me encanta el detalle de la misma donde explican al visitante que si quiere visitarlo pida la llave en el bar de enfrente). El yacimiento tampoco esta musealizado, aunque no nos vamos a poner exquisitos, que la mismísima Bílbilis hace eones que espera un millón de euros destinados para ese fin (se utilizaría para construir algún aeropuerto digo yo). No obstante este punto esta solventado por la recomendación de la consulta de la pagina web durante la visita. No es que sea la mejor de las soluciones pero algo es algo.

Lo cierto es que el principal problema del yacimiento es la difusión, y su régimen de visitas no ayudaba. Era del 16 de mayo al 31 de enero los sábados por la mañana, supongo que el mínimo exigido por la Consejería de Cultura de Castilla la Mancha. Debemos de ser conscientes de que en realidad es una propiedad privada que desde luego ocasiona molestias a los propietarios. Pero una joya así no puede estar en estas condiciones y me resulta grato anunciar que se han tomado medidas muy positivas. Ya no es necesario cruzar la finca para llegar a la ciudad de Vascos, aunque supongo que se seguirá pudiendo acceder en coche en los mismos horarios. Desde octubre se puede acceder a la ciudad vía fluvial por el río Uso partiendo de Aldeanueva de Barbarroya, donde se está construyendo un nuevo centro de interpretación. A este proyecto se han destinado 2’5 millones de Euros, pero con ellos se permite la visita diaria al yacimiento. Menos mal. Esto va permitir un mayor flujo de visitantes y desde luego que ayudará al conocimiento del lugar. Me alegro. El sitio se lo merece.
Un barco similar a este es el responsable de la mejora de accesibilidad a la ciudad de Vascos. Foto extraida del ABC

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miércoles, 9 de diciembre de 2015

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN. EL BUEN HACER PERIODÍSTICO, RESPONSABILIDAD Y SENSATEZ


Tras un pequeño parón obligado por cuestiones de fuerza mayor recupero el blog (que ya tocaba), y es que hay mucho de lo que hablar. En esta ocasión quería hacerlo sobre el efecto de los medios de comunicación sobre el patrimonio y la responsabilidad que tienen para con él. Y es que si la difusión es absolutamente necesaria también lo es el rigor y la sensatez. En las cuestiones que nos afectan el periodista de turno no se puede permitir llevar por la emoción, plantear hechos cuestionables como verdades absolutas, ajustar los hechos a la teoría a placer o, lo peor de todo, pasar a inventar directamente. Lamentablemente no se puede evitar que algún periodista caiga en el error de vez en cuando, ya sea con la mejor de las intenciones o no. Y voy a pasar a los ejemplos para que esto se entienda mejor.

Este mismo año, durante la tradicional campaña arqueológica de verano en el yacimiento de Bilbilis (Calatayud) sucedió este fenómeno. Y puedo constatarlo de primera mano ya que yo mismo era miembro del equipo de excavaciones en ese momento. Durante los escasos veinte días que dura la campaña, Bilbilis se convierte en noticia y, por tanto, los periodistas son atraídos como abejas a la miel y uno se acostumbra a su pululeo por la zona haciendo las mismas preguntas aquí y allá. Pues bien, uno de nuestros bien intencionados amigos creyó leer lo que no era en el Diario de Excavaciones de Bilbilis y Valdeherrera que el equipo redacta con las novedades de interés. Como resultado nos encontramos un artículo de dos páginas en un periódico de tirada nacional como es el ABC en donde se afirma que se habían encontrado nada más y nada menos que tres lingotes de oro. Grave confusión, y es que nuestro amigo se dejó llevar por el entusiasmo leyendo oro en vez de hierro. Y no hace falta ser un lince para saber que esta errada información supone un tremendo daño para el yacimiento. Decir algo así es como darles un pase VIP a los “piteros” y detectoristas que destrozan el patrimonio en busca de tesoros hollywoodienses.



Otro ejemplo, este más reciente y de mayor alcance se trata de la sorprendente noticia que el programa de televisión Cuarto Milenio, comandado por el periodista Íker Jiménez, se atrevió a lanzar. El descubrimiento nada más y nada menos que de una pirámide en Cuenca. Y no, no es un chiste. Sin embargo, la polémica es alimentada por la entrevista y ensalzamiento en el programa del “descubridor”, Manuel Abril, tratado de “arqueólogo aficionado”, cuando este concepto ni existe. O se es arqueólogo o no lo es, de igual manera que se es cirujano o no. Otra cosa bien distinta es ser aficionado a la arqueología, aunque el mismo por norma general entiende que para según qué cosas existen unos procedimientos y un propio respeto hacia los yacimientos. Uno no se puede poner de repente a picar en una zona declarada como arqueológica sacando materiales para llevártelos a casa y emplearlos para sustentar teorías sin base en la práctica. Personalmente considero que existen  hobbies mucho más responsables y menos dañinos.
Si bien es cierto que el “aficionado” rectificó y cedió los materiales recuperados al museo de Cuenca el daño ya está hecho, y lo que no se puede hacer es apología del expolio escudándose en el entusiasmo y el interés humano que tan bien hacen. Íker Jiménez es un gran comunicador y eso no se puede negar. Es un señor que de hecho se gana la vida con la palabra y lo hace maravillosamente bien, pero en este caso habló más de la cuenta. Por supuesto las reacciones no se han dejado esperar y los profesionales enseguida se han manifestado llamando a la cordura. El Colegio de Arqueólogos de Madrid mismo hizo público un comunicado en el que exigía al periodista una retractación y no descartaba emprender acciones legales.
Vamos a ver, el yacimiento se conoce desde los años 70 y en el 2004 fue añadido a la carta arqueológica municipal. La morfología de las estructuras se han identificado con una fortificación que de hecho tiene paralelos en la Península y, en el caso de no ser una fortificación prerromana se trata de un yacimiento protegido por la Ley 4/2013 sobre Patrimonio Cultural de Castilla La Mancha y su intervención por espontáneos constituye un delito. Pero claro, la realidad no siempre vende. 

Resulta verdaderamente curioso lo atractivas que resultan las pirámides y lo bien que venden. Parece una necesidad humana tratar de encontrarlas en los lugares más insospechados aunque su empleo se trate de algo recurrente como estructuras básicas que son, sin desmerecer la tecnología y conocimientos para su elaboración. Por supuesto la explotación de nuestra querida pirámide conquense no ha hecho más que empezar.
En definitiva hay ciertos límites que han de ser respetados y los medios han de tratar de actuar de manera responsable. Se trata de daños que nos repercuten a todos y con un poco de tacto son fácilmente evitables.

 
La pirámide en cuestión. Fotos realizadas por Luis Cañete extraídas del Diario Voces de Cuenca

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